Letras
01- CANDOMBE P’ALGUIEN (Gatti/ Zapata) Candombe
Alguien pide que no lo olviden alguien siempre espera donde no estas alguien deja escrito tu nombre en la mesa de un bar, perlas de vino y de sal. Alguien corre, alguien se esconde y es la misma forma de no llegar alguien te reclama las cosas que nunca te da mariposas de cristal. Alguien que se robe del aire todas las voces del encuentro que siempre hay alguien buscando en un mundo al revés alguien que lo quiera bien Tras las caderas un suspiro va quién sabe cuándo volverá a pasar, alguien que te guiñe en la esquina de la soledad y no quiera despertar. Alguien que se robe del aire todas las voces del encuentro que siempre hay alguien buscando en un mundo al revés alguien que lo quiera bien Alguien junta, alguien derrama alguien llama y alguien no quiere hablar, alguien con las manos heladas feliz de llegar te sonríe en el umbral Alguien que se robe del aire todas las voces del encuentro que siempre hay alguien buscando en un mundo al revés alguien que no sabe bien, cómo ni cuando volver dónde se han ido los buenos, cuándo se han vuelto recuerdo, y hay un candombe, hay un candombe hay un candombe p’alguien hay un candombe p’alguien que te quiera bien
02 – El bandoneón de Miguel (Gatti/ Zapata)
En el piso tercero, por escalera de la pensión
un bandoneón desafinado toca una triste canción.
Nadie se queja cuanto invade la casa el cantor,
cada cual llora lo suyo contra el murmullo del bandoneón.
Es la voz ronca de Miguel que va a dormirse borracho
con el fueye entre sus brazos, soñando que es su mujer.
No te calles Miguel que yo no sé cantar,
estoy detrás de la pared
contra las manchas de humedad,
si el bandoneón suena otra vez
tal vez me anime a cantar.
Dicen que la quería como a la vida y que no volvió,
el pobre espera cantando siempre la misma canción.
Yo que no quise a nadie, y nadie me ha dado su amor
cómo al escuchar el fueye me duele así el corazón.
Es la voz ronca de Miguel que va a dormirse borracho
con el fueye entre sus brazos, soñando que es su mujer.
No te calles Miguel que yo no sé cantar…
En el piso tercero por escalera de la pensión
en aquella vieja pieza solo el silencio tembló.
Nadie se anima, nadie, a subir a su habitación
cada cual piensa lo suyo sobre el borracho cantor.
Es la voz ronca de Miguel que se quedó con su sueño
dejando un fueye sin dueño doliendo en mi corazón.
No te calles Miguel que yo no sé cantar,
aquí detrás de la pared
contra las manchas de humedad,
conmigo está tu bandoneón
para volver a empezar.
CODA: Por si ella vuelve alguna vez,
solo por eso nomás,
por si detrás de la pared
alguien no sabe cantar…
03 – MILONGA de los VECINOS (Gatti/Zapata)
Ay, yo te veo, te veo venir y no sé que me pasa Ay, que balurdo hace el zurdo al latir si tus ojos me alcanzan Vos sos mi primavera que dura todo el año me haría mucho daño pensar que no me quieras. Vecina se avecina un tiempo muy difícil mejor estar unidos para enfrentar la crisis. Ay, si supieras del dulce dolor de pasar a tu lado. Ay, que revire repite tu piel qué deseo guardado Seré la enredadera que trepa tu cintura y espera con locura dar flores todo el año. Vecina se avecina un tiempo muy difícil Mejor estar unidos para enfrentar la crisis. Ay, yo te veo, te veo venir y no sé que me pasa Ay, que balurdo hace el zurdo al latir si tus ojos me alcanzan Seremos primavera sin pena y sin daño seremos luz serena al ver pasar los años. Vecina se avecina un tiempo muy difícil Mejor estar unidos, mejor estar unidos para enfrentar la crisis.
04 – Nada de vos (Gatti/Zapata)
Con la mañana en los ojos te busqué por la noche, que perdí entre ginebras y soledades ajenas, era tan tuyo el silencio y era tan mía tu ausencia. Era una noche sin luna, tan vacía, tan negra, que llenaba mi copa en busca de alguna estrella. No hubo mas luz que tus ojos, llorando en mis manos ebrias. Y la noche pagó pasaje de ida sin vuelta a tu vida, mil vueltas de nada y nada de vos. Qué triste marco te daba esa puerta mugrienta no pudiste escucharme, no porque no dije nada como un anzuelo tu nombre clavado en mi boca sangra. Y amanecí sin mañana, sin tenerte y con pena, y con tus ojos oscuros, las manos hartas y huecas, me fusilé en una esquina, sin ilusiones, ni huellas.
Y la noche pagó pasaje de ida sin vuelta a tu vida, mil vueltas de nada y nada de vos.
5.SIMPLEMENTE (Gatti / Zapata) Tema Mención en el FNA en el concurso “Obras de tango, milonga y vals” (2006) Fue sencillamente que se conocieron revolviendo libros por Corrientes. Y en un bar sencillo con un cigarrillo se miraron tan profundamente. Fue casual que unieron sus manos al paso luego fue un abrazo simplemente, y así despertaron de un mismo costado enredados tan humanamente. Torpe, torpemente el miedo hizo mella y ni a él ni a ella le fue indiferente. Por no repetir, ritos del amor se besaron sin tocarse, sin rencor. Nunca mas se vieron, nunca mas se hablaron ni figuran entre los ausentes vagan por las mismas calles solitarios y en el mismo bar habitualmente. Solo fue otro encuentro simple y coincidente muy claro dejaron en sus mentes, solo por un rato de un mismo costado se aferraron tan humanamente. Torpe, torpemente el miedo hizo mella... Y si finalmente no tiene sentido que el relato acabe tristemente te pido esta noche que vengas conmigo a escribir un cuento diferente. Te pido que dejes tu mano en la mía y esta melodía dulcemente tenga la osadía de besar tu frente que te quiero tan humanamente. Torpe, torpemente el miedo hace mella donde esta la huella tibia del presente no quiero olvidar que te conocí porque al verte simplemente soy feliz porque al verte simplemente soy feliz.
6-ERAN DOS, PARECIAN MAS milonga Volvían borrachos por la misma calle uno en la mirada del otro se vió: caminemos juntos, compartí mivino vivo en el baldío, junto al corralón” y el otro que andaba en busca de nada besó en la botella un pacto de honor. Eran dos, parecían mas, cuando en plena madrugada reían del mundo, que los echó a rodar. Eran dos, parecían mas, eran dos, parecían más Vendiendo botellas compraron ladrillos, juntando cartones un viejo colchón, y en aquel baldío hicieron la huerta pidiendo permiso en el corralón lavaban las pilchas y hasta se bañaban con una manguera si salía el sol. Ronda piel, vida mano, mano sueño, sueño tierra, quién te dice que hoy sale la luna nueva. Eran dos, parecían mas... Pero qué se creen estos dos cirujas andan abrazados sin contemplación, comentaba el barrio, decía una vieja, vieja clientela de aquel corralón. Y hoy está el baldío lleno de basura de la buena gente que quemó el colchón, “Porque en este barrio ya no hay más linyeras Sucios, malolientes. Que los cuide Dios” Eran dos, parecían mas, cuando en plena madrugada reían del mundo, que los echó a rodar. Eran dos, parecían mas, entre semilla y caricias gritando: ¡qué envidia! a la vecindad.
7 - María y José María se levanta, riega una flor, se toma un té, se viste igual que ayer. Y se va, y se va, tranquila, a tomar el tren. José también despierta, muy cerca de las seis, prende un pucho, le silba a un gorrión. Y se va, y se va, contento, para la estación. En el andén se encuentran, María y José, se besan en el aire, y el aire sabe bien. Sube ella, luego él, y el mundo se detiene sin querer. Y cuerpo a cuerpo se mirarán, siete estaciones para soñar. Él le ha inventado un nombre, y ella uno a él, que solamente rima con el vaivén del tren. Ordena su escritorio, María, y dice adiós, se mira en las vidrieras, quiere sonreír. Hoy también, sabe bien, lo que tiene que decir. José ficha y se lava la grasa de la piel, hoy también se promete hablar primero él. "Vamos, hombre, no lo ves, es distinta esa mujer". Y cuerpo a cuerpo vuelven a estar, sudor a prueba de la verdad. "¿Qué pasa si no entiende y no la vuelvo a ver?" Ella tiembla de miedo, no lo quiere perder. Baja María , detrás José, y alcanza el hombro de esa mujer, sobre cuatro talones giran dos almas que llevan mas de tres horas, tomados de la mano, en un café...
8 - Sin paisaje Sin plaza, sin vías, sin perros en la calle, tu adiós como el hielo el cielo me parte. Si te vas no arrastres con vos el paisaje. Porque voy a quedarme sentada en el umbral a pedirle a la noche que se vuelva a llenar. Voy a hundirme en el humo de aquel mismo bar, a esperar que me crezca otra vez la mitad. Andaré algunos días, por la cuerda floja del cordón de la avenida, hasta que el silencio, dibuje una herida, por la que escaparas. Sin tiempo mi aliento, sin perdón mis alas, será tu recuerdo, como piel de escarcha. Serás todo el gesto del agua salada. Porque voy a llorarte hasta no poder mas, navegando en tu ausencia otra forma de amar. Voy a tenderme al viento con mi almohada y tu olor, que me deje el paisaje, que se lleve el dolor. Volveré algo distinta, de la cuerda floja del cordón de la avenida. Es sabio el silencio, precisa la herida y es poco, muy poco, tan poco un adiós.
9 - ESOS PIBES Esos pibes que dibujan en la plaza, el sueño de una cancha de verdad, con la misma camiseta por adentro, por los nombres de sus ídolos se empiezan a llamar. Yo los miro y ellos roban mi rutina, grito el gol adormecido en la niñez, y aparezco en un abrazo a los amigos, en el rito de una charla, en el umbral de la almacén ¿Me la alcanza, señor...! ¡Me la alcanza...! Si volvieran los partidos con amigos, a golpear esa pelota en el portón. Qué me importa si se enojan los vecinos, si volvieran nuestras risas a poblar el callejón. Esos pibes que me gritan ¿Me la alcanza?, le dan tregua a todo el tiempo que pasó, yo la vuelvo a patear y arde mi cara, como si el viento guardara aquel lejano calor. Si supieran esos pibes que se alejan, victoriosos en su reino de amistad, que trajeron a los duendes de mi casa, a veces tan escondidos que uno los teme olvidar. ¿Me la alcanza, señor...! ¡Me la alcanza...! Si volvieran los partidos con amigos a golpear esa pelota en el portón. Qué me importa si se enojan los vecinos si volvieran nuestras risas a poblar el callejón. Qué me importa si ya no están todos si de este modo... ¡Siempre volverán!
10 - SERENATA El violín invisible que recorren sus dedos el arco mágico que agita el vuelo de un vals El silbido infinito del vaivén de su pecho el sueño árido de lo que ha sido y no está Seré hasta que dios me dé valor seré mendigo de tu amor será de serenata mi casa, mi alimento seré tu centinela y tu tormento. El sudor apacible que desnuda su cara el don caótico de amar una eternidad La mirada empotrada, la ventana perdida, el son metálico de las monedas, y el vals. Seré hasta que dios me dé valor seré mendigo de tu amor será de serenata mi casa, mi alimento seré tu centinela y tu tormento. será de serenata mi casa, mi alimento seré tu centinela y tu tormento.